La bebé Theresa
Se reabre el dilema entre el derecho a morir o a la vida artificial.
La breve vida del bebé Theresa, una niña que nació sin cerebro
y cuyo drama conmovió a todo Estados Unidos, ha suscitado en este país una
urgencia por resolver el dilema legal sobre el derecho a la vida o a la muerte
de personas que no tienen ninguna posibilidad de sobrevivir sin asistencia
médica especial. Theresa Ann Pearson estaba condenada a morir desde que nació,
y sus padres, Jostin y Laura, querían que los órganos vitales de la niña
ayudaran a salvar a otros, pero no pudieron cumplir sus deseos porque las leyes
se lo impidieron.
La familia, con la ayuda de un abogado que la representó
gratuitamente, Walter Campbell trató en vano de persuadir a la justicia de que
le permitiera donar los órganos de Theresa de modo que pudiera dejar un legado
de su trágico nacimiento. La niña murió antes de que el Tribunal Supremo de
Florida llegara a pronunciarse sobre su caso. Antes, una juez de Fort
Laudertale, al noreste de Miami, y un tribunal de apelaciones negaron su
solicitud, aduciendo que legalmente no estaba muerta mientras presentase algún
signo de actividad cerebral, que en su caso era el rudimentario mecanismo que
la hizo chillar cuando nació y que controlaba los latidos de su corazón y su
respiración. Donar uno de sus órganos vitales a otro niño significaría su
muerte segura.
Campbell sostiene que el Estado invadió el derecho de sus
clientes a tomar una decisión personal con su médico sobre la suerte de la
niña. "Este bebé conmovió a muchas personas durante su breve vida",
dijo su padre, Jostin Pearson, un trabajador de la construcción de 30 años.
"Sólo esperamos que no la olviden ahora que se ha ido".
Un caso muy controversial a mi parecer. ¿Realmente tenemos la decisión absoluta sobre la voluntad de otro ser? Sabemos que es un humano que no va a poder sobrevivir por sus propios medios y tendría que estar conectado toda su vida a una máquina, pero sin uno de los órganos principales: el cerebro.
ResponderBorrarEs un caso multilateral, ya que puede ser visto desde el criterio de respeto y cuidado de la vida ante cualquier situación, y del mismo modo del criterio en el que los padres ven este acontecimiento, en el que ellos consideran lo más correcto el desconectar al bebé y donar sus órganos a beneficio de los demás.
En mi opinión, la realidad es que un cuerpo que no puede vivir de manera autosuficiente en funciones elementales como la respiración, el palpitar del corazón, entre otros, debería de permitírsele partir de este mundo de forma honrada, respetando su cuerpo y su espíritu.
De manera especial me enfoco a que un ente superior tiene otros planes para ese ser vivo.
No creo justo que alguien pueda juzgar una causa tan noble en cuestiones legales ya que, suponiendo que las leyes hacen que haya cierta justicia en un país, se trata no de dejar un legado, sino de ayudar a preservar la vida del ser humano en general. El mismo ejemplo podría aplicarse a las personas que donan sus órganos a gente con alguna enfermedad que lo requiera... ¿Por qué podemos decir que una persona sana sí pueda donar un órgano a un enfermo y una bebé que, aunque no tenga cerebro (sin malinterpretar), tenga órganos vitales sanos y funcionales y no le sea permitido donarlos a alguien que lo necesita?
ResponderBorrarReflexionen no en lo legal, ni religioso, ni económico ni nada de eso... piensen en lo que pueden ayudar en un caso de emergencia. Que la muerte de la bebé Theresa sea una lección para TODOS de no negar la vida a alguien, porque que yo sepa, sólo una persona puede decidir eso... y saben muy bien de quién hablo...
En mi punto de vista creo que los papás de la bebé Teresa hicieron bien, ya que la bebé no tenía probabilidad alguna de sobrevivir, de hecho ni siquiera tenía cerebro, por lo que no tenía sentimientos, ni conciencia, ni absolutamente nada que perder.
ResponderBorrarCreo que la idea de los papás de aprovechar los órganos de su bebé para que otros niños que necesitaba trasplantes sobrevivieran, era una muy buena idea.
Si la bebé estaba condenada a "no vivir", ¿por qué el gobierno tendría que oponerse?. Los padres son responsables de sus hijos, no era inhumano querer donar los órganos de sus hija, iban a cambiar la vida de muchas familias, ofrecían una mejor calidad de vida para otros bebés, que por desgracia su hija no tuvo la misma oportunidad.
ResponderBorrarDentro de mi opinión el gobierno no tenía por que haber intervenido, ellos no están pasando por la situación y se les hace fácil evitar una decisión de padres de familia, cuando realmente Bebé Thresa no tenía ninguna oportunidad de calidad de vida.
Es terrible arrancar sus organos a una persona para otras estando viva, tremendo os gustaria que os arrancaran vuestros organos estando vivos para ponerselos a otras personas? esto es el Apocalipsis
ResponderBorrarHacemos una reflexión respecto a la decisión tomada por los médicos a cargo del caso, debido a que a pesar de tener el consentimiento de los padres, decidieron realizar un proceso judicial. Sabiendo aún que la bebé no contaba con el tiempo suficiente para preservar su vida y con ella la vitalidad de sus órganos. En este sentido nos damos cuenta de la falta de efectividad en los procesos judiciales y médicos, porque solo hacia falta un juez y una firma pero vieron que era un caso que al final iba a terminar con la vida de la paciente, por lo que le restaron el interés que merecía. He llegado a cavilar que si bien es cierto que tres vidas no valen más que una; esto lo digo. porque aunque no tuviera cerebro la bebé teresa contaba con todos sus derechos y según la ética medica entraba es una controversia por el juramento hipocrático que consta en preservar la vida humana.
ResponderBorrarQuiero recalcar que no es cuestión de que la vida de una bebé anencefálica tiene mayor valor que la de una bebé que tiene falla hepática o de una bebé que necesita un corazón. Necesito que entiendan que no solo es cuestión que salvar una vida sino de la calidad de vida que va a tener este ser humano, y pregúntense ¿yo quisiera vivir de entubado a una maquina sin poder tomar mis propias decisiones? eso sería no tener libertad. Por ello creo que mientras estaba viva debió salvar la vida de otras bebés. Saludos a mi Docente de Filosofía el Dr. Omar V.